Vila-real rinde homenaje a las reinas de las fiestas desde 1961 en un emotivo acto en el Gran Casino
La reina de 2025, Nadia Alba, se reúne con casi una veintena de antiguas representantes en el arranque simbólico de las fiestas de Sant Pasqual
Vila-real ha celebrado este fin de semana uno de los actos más emotivos de la antesala de las fiestas patronales. El Gran Casino ha acogido la recepción oficial a las reinas de las fiestas que han ostentado este cargo honorífico desde el año 1961 hasta la actualidad. Casi una veintena de ellas han vuelto a encontrarse para compartir recuerdos, emociones y vivencias en torno a un papel profundamente arraigado en el imaginario colectivo de la ciudad.
El acto ha contado con la presencia de la reina de 2025, Nadia Alba, acompañada por su corte de honor, así como con la participación del alcalde de Vila-real, José Benlloch, la concejala de Fiestas, Miriam Caravaca, miembros de la Junta de Fiestas, representantes de la Comisión de Peñas y concejales del equipo de gobierno.
Un homenaje a la historia festiva y al papel de la mujer
Este encuentro intergeneracional ha servido para reivindicar el papel histórico de las mujeres que han representado a Vila-real como máximas figuras festivas, reconociendo su dedicación y el simbolismo que el cargo ha adquirido a lo largo de las décadas. En un ambiente distendido, las reinas han acompañado a Nadia Alba, compartiendo con ella consejos y palabras de aliento ante el inicio de un año inolvidable.
Desde el Ayuntamiento se ha puesto en valor la importancia de este tipo de homenajes, que conectan pasado y presente en espacios tan emblemáticos como el Gran Casino, símbolo de la vida social y cultural del municipio.
Las fiestas de Sant Pasqual calientan motores
Esta recepción ha sido el pistoletazo de salida simbólico de las fiestas de Sant Pasqual, que a partir de ahora transformarán las calles de Vila-real en escenario de música, tradición, pólvora y participación. La imagen de tantas reinas reunidas en un solo lugar refuerza el valor sentimental de las fiestas y consolida el rol de la mujer como protagonista de la historia festiva local.
Con este acto, Vila-real se adentra con fuerza en su semana grande, apelando a la emoción, la tradición y la memoria compartida como pilares fundamentales del espíritu festivo que la define.